Los ayuntamientos apuran los últimos días de un mandato dominado por la economía y el paro. Si durante la primera mitad los nuevos alcaldes veían con pánico el imparable aumento de las personas que perdían su trabajo -la tasa de paro tocó techo en el primer trimestre de 2013-, la segunda parte del mandato experimentó un incipiente y paulatino descenso del número de desempleados. Aun estando lejos de los niveles de empleo de 2008, buena parte de los ayuntamientos españoles ha recuperado las cifras con las que acudieron a las urnas en 2011.
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