Las ideas llegan en pedazos de papel con la bandera negra del estado islámico y con el sello del emir que dirije los medios de comunicación de este grupo terrorista con el lugar y plan de rodaje del día. Sólo te dan la ubicación,"nunca los detalles", afirma Abu Hajer al-Maghribi, que pasó casi un año como cameraman del Estado Islámico. A veces el trabajo consistía en oraciones dentro de una mezquita o del intercambio de fuego de los militantes.Pero, inevitablemente, un pequeño cambio podría llevar a las coordenadas de un baño de sangre.
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