Jean-Manuel Croset: Mandriva salió del negocio por algunas sentencias judiciales de las demandas de ex trabajares, que habían sido despedidos como parte del proceso de reestructuración en 2013. En la medida que las leyes laborales son muy generosos con los trabajadores en Francia, dichas sentencias de los tribunales obligaron a la compañía a anunciar la quiebra, ya que el dinero disponible no era suficiente para cubrir las cantidades debidas y los accionistas no querían cubrirlas.
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Fueran demandas laborales o alquiler de locales. Ambos son obligaciones y ambos hay que pagarlos, no solo los alquileres.
No cuela.
Además, no cumplir la legislación laboral es competencia desleal para las empresas que si lo hacen. Por tanto va incluso en contra de un sano libre mercado de empresas.
Os jodeis