Un cambio radical que creará un “mundo demográficamente dividido”. Los países de altos ingresos enfrentan las consecuencias del envejecimiento de la población y la disminución de la fuerza laboral. Mientras que las regiones de bajos ingresos mantienen una alta tasa de natalidad con limitados recursos. Teresa Castro Martín (CSIC): «A nivel mundial, los nacimientos se concentrarán cada vez más en las zonas del mundo más vulnerables al cambio climático. La escasez de recursos, la inestabilidad política, la pobreza y la mortalidad infantil».
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etiquetas: población mundial , natalidad , división por ingresos
Si mexico detiene en seco la migracion, no solo masacrando a las mafias, sino mejorando para desincentivar la emigracion, podrian matar a Gringolandia sin un solo tiro.
El problema real es la velocidad del decrecimiento, en menos de tres generaciones la natalidad ha pasado a ser la mitad.
No sé quiénes somos nosotros para cuestionar los criterios económicos, educacionales y progenitores de otras personas, si estas personas consideran que la pobreza es una circunstancia tan estupenda como para incluso hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ella, y defenderlo como un derecho. ¿Estamos tomando a estas personas por tontas o por malvadas, por ejercer su legítimo derecho de hacer nacer, y criar, a sus proles en la pobreza? Porque eso sería aporofobia, desde el punto de vista de los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo y pobreza, con sus votos y con su prole. Si la gente quiere arreglar la economía con más hijos en vez de con menos capitalismo, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Además, los pobres ya tienen que sufrir la pobreza. Sería inhumano negarles encima el derecho de ver a sus hijos sufriendo también la pobreza.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.