Hasta hace bien poco se consideraba la nuestra una sociedad de la información, de la que cabía esperar que fuera, al tiempo, una sociedad del conocimiento y de la comunicación. Sin embargo, bien mirado, somos simplemente una sociedad de la opinión... de opinión y de consumo, y quien dice consumo dice derroche, desecho… contaminación. Consumimos información que es flor de la indignación de un día. En poco tiempo, una nueva indignación llama nuestra atención y a-otra-cosa-mariposa. Esclavos en Libia. Hacinamiento, suicidios...
|
etiquetas: economia , alma