En 15 meses, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha lanzado más de 20,000 bombas, lo que ha llevado a una escasez que preocupa a los altos mandos. Mark Welsh, jefe de personal de la organización militar, ha dejado claro que, a causa de los bombardeos a distintas ciudades de Irak y Siria, han gastado las municiones con más rapidez de lo que las pueden producir. De acuerdo a Welsh, los aviones de combate han dejado caer bombas en cifras que son de récord, y que más que nunca necesitan financiamiento, pues espera que la lucha sea a largo plazo.
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