Solo en Moscú once enfermos de cáncer cometieron sucidio en febrero de 2014. "El dolor nunca termina. No terminará a la mañana siguiente, ni al día siguiente, ni el siguiente", confiesa Tanya, una enferma de cáncer rusa de 29 años. "No desaparecerá si te quitan un diente o si te echan unas gotas de medicina en el oído. Si no alivias el dolor de alguna manera, te devora hasta que acaba contigo. Es absolutamente insoportable".
|
etiquetas: rusia , cáncer , sanidad , suicidio , medicina