Como en los guiñoles infantiles, la democracia parlamentaria es un espectáculo basado en la escenificación de un conflicto donde en realidad no hay ninguno. Unos abuchean, otros aplauden...Soraya incluso llegó a nombrar los tribunales, que es la amenaza máxima en este país.Pero los tribunales andan sobrecargados de raperos, cantautores protesta y delitos internaúticos, de manera que Gallardón, en su justiciera sabiduría, ha decidido quitarles trabajo y que hagan la vista gorda con los narcotraficantes marítimos y los torturadores del franquismo
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