La investigación, en la que han participado 16 instituciones diferentes de Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá, identifica vulnerabilidades importantes en el cerebro humano que permitirían al parásito Toxoplasma gondii alterar el curso de una enfermedad neurológica con el potencial de empeorarla.
|
etiquetas: alzhéimer , gatos , toxoplasmosis