La operación policial tuvo como objetivo Airiston Helmi, una compañía rusa empleada supuestamente como pantalla. El objetivo declarado de la investigación era el lavado de dinero y la evasión fiscal. La sede de la empresa fue asaltada por un equipo de intervención que se había aproximado al lugar en una ambulancia. Además, estuvo presente un equipo de desactivación de explosivos. Aparte de la zona restringida al tráfico aéreo, hubo buques y embarcaciones de la guardia de fronteras finlandesa que impidieron el acceso por mar a la zona.
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