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La cámara no dejó en ningún momento de grabar. El rostro de la víctima se contraía hasta quebrarse, roto por las lágrimas. "Para, por favor", suplicaba, una y otra vez. "¿Puedes pararlo ya?". "Lo paramos cuando quieras, Carlota. Creemos que tienes que verlo, pero como tú quieras. Hay más". Y siguieron grabando lo que sucedía en la sala del confesionario. La chica tuvo que girarse para no mirar. "Por el bien de ambos, esto no debe salir de aquí". Ahora es una jueza de Colmenar Viejo la que investiga lo ocurrido.
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etiquetas: gran hermano , violación , responsabilidad , televisión
Se podrá decir más alto pero no más claro.
Describe maravillosamente cómo funciona España o cualquier empresa, tienes 3 curritos esenciales y 17 que no saben hacer la O con un canuto.
Una pena todo.
Aquí los anunciantes monetizando violaciones y nadie dice nada. Todo correcto.
Y además que le digan que no puede salir de ahí, y que lo graben aunque no lo emitan. Esa gente está pirada.
Dudo que un programa como gran hermano promueva más que ese tipo de actuaciones, viendo los que dirigen el programa.
Pa flipar.