Las expectativas eran tan altas que pareciera que llegaba Obama a la presidencia de Gas Natural (ahora Naturgy). A Obama le dieron un Nobel de la Paz preventivo y absurdo, no en base a hechos, sino por las expectativas creadas. A Reynés, a su nivel, que desde luego no es de premio Nobel, le recibieron igualmente con un par de premios empresariales por el mismo motivo: las expectativas. En mitad de un recorte de 2500 empleos han aprobado un bonus para los directivos en el que se han invertido 200 millones de euros para los próximos años.
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