Los gastos de la 'caja fija' de la Generalitat Valenciana reflejan gastos tan inverosímiles como los 1.180 euros que costó una degustación de horchata, los casi 1.000 para figuritas de Navidad o las decenas de pedidos de comida japonesa de la entonces subsecretaria de Medio Ambiente, Cristina Serrano, en horario no laboral. También hubo gastos superfluos en taxis y varias contrataciones de la vedette Rosita Amores para amenizar eventos.
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