Y ahora, un volcán en erupción. Sin salir del todo de la pandemia el Gobierno se enfrenta a una nueva calamidad, a cuyas consecuencias pretende hacer frente con lo que en Moncloa han dado en llamar “soluciones imaginativas”. En concreto, uno de los primeros movimientos ha sido pedir ayuda a los bancos, para que pongan a su disposición los inmuebles vacíos con los que cuentan en La Palma para acoger a las personas cuyas viviendas han sido engullidas por las coladas de lava.
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