Miles de combatientes del ELS encabezaron la ofensiva turca contra los kurdos del YPG, que controlan amplias zonas de norte de Siria. Abandonados por todos los demás aliados internacionales y casi derrotados, la oposición armada siria ahora se ve conduciendo una batalla contra las milicias sirias kurdas en nombre de Ankara, un patrocinador que en los últimos meses ha buscado intereses geopolíticos y de seguridad que le resultan más importantes que el objetivo de la oposición siria de vencer al presidente Bashar al-Asad.
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