Macron, con su impuesto sobre los carburantes, no ha hecho más que anticipar unos años las subidas que vamos a ver dentro de nada, cuando la “falta de inversión en nuevos proyectos de extracción” que prevé la Agencia Internacional de la Energía (pico del petróleo, lo llamamos otras) se manifieste. Pero el pobre Macron no ha conseguido convencer a sus paisanos de que está haciendo algo bueno para ellos con su Transición Energética (o intentándolo, al menos).
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