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Haití, el país por hacer

Ralph ha vivido dos golpes de Estado, huracanes devastadores, un terremoto y revueltas civiles con compatriotas matándose en las calles. Mientras estudia telecomunicaciones se gana 400 dólares mensuales como chofer de un extranjero al que en más de una ocasión ha pedido permiso para llevar un arma, porque en determinadas zonas de una capital arropada por bidonvilles –las favelas haitianas-, ser blanco o llevar a un blanco es poco recomendable. Con un 80% de paro oficial y un salario mínimo de 5 dólares al día, Ralph es un privilegiado.

| etiquetas: haití , bidonvilles

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