De Meo insiste en que tener que cumplir con esta normativa afectará directamente a los compradores, pues “traerá significativos aumentos de costes”, lo que a su vez, deriva en la ralentización del proceso de electrificación del parque móvil en Europa, donde la edad media de los vehículos supera ya los 11 años.
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En 2020 ha entrado en vigor el reglamento 2019/631 del Parlamento Europeo y del Consejo, que fija las normas sobre las emisiones de CO2 en los turismos y vehículos comerciales nuevos.
Entre otras cuestiones, la normativa recoge que las emisiones de los vehículos vendidos será de un máximo de 95 g/km de CO2. Por cada gramo que supere este límite, la Unión Europea penalizará a la marca con 95 euros por vehículo matriculado. Así, por ejemplo, un coche que emita 120 g/km tendrá una multa de alrededor de 2.500 euros.
Además, se ha juntado con la bajada de producción post-pandemia (suben precios para amortizar la producción) y la subida de energía y materiales (especialmente acero).
Pero nada, aquí en Europa pagamos la ecología de los demás, mientras en otros países emiten lo que le sale del nabo.
Pagamos lo que a los fabricantes no les salió de las narices hacer.
¡Bien por Europa!.
Llevamos mucho tiempo siendo los que más aportan a la contaminación del planeta, ya es hora de que rectifiquemos y ayudemos al mundo a ser sostenible.
Si "nuestra querida UE" fuera exigente en todas las materias, sea la ecología o los derechos laborales (y humanos), tanto de lo que importa como de lo que fabrica, seguramente nos iría mejor como sociedad. Y al mundo también.
Por cierto, la tecnología e inversiones que hacen las empresas para reducir emisiones también las estamos pagando y de regalo, la multa.
Mientras tanto chinos, indios y americanos se ríen de nosotros
Me gustaría saber que se hace con la pasta de esas multas para ayudar al medio ambiente, ya te digo que nada. O dársela de vuelta a los fabricantes para mantener su producción en Europa. Si quisiesen acabar con el problema, prohibirían la venta de vehículos térmicos, lo que quieren es facturar.
Como sociedad debemos hacer lo que creemos que está bien, asumiendo que no podremos obligar a otros a hacer lo mismo.
Y en cuanto a prohibir los coches térmicos requiere un tiempo. Debió empezarse este cambio hace décadas, pues ya se sabía el desastre que trae al planeta la quema de petróleo. Pero no se ha iniciado hasta que se han visto obligados, ya que el calentamiento es ahora muy evidente, y porque el petróleo empezará a escasear.
Y supongo que en lo de querer facturar es posible, pero la multa obliga a las empresas a dejar de mirarse el ombligo y actuar.
Deberíamos ser también restrictivos con toda la cadena de producción, y no permitir que los componentes importados, se fabriquen de forma contaminante. Quizá así también le facilitaríamos las cosas a nuestras fábricas.
La física no perdona (no hay milagros), por mucho que se pueda ajustar la aerodinámica y reducir el peso de los materiales, si es más grande vas a tener más peso y peor aerodinámica.
Por cada modelo SUV, la marca tiene el modelo convencional, pero los clientes eligen el primero, si hasta algunas marcas han tenido que dejar de fabricar berlinas porque la gente elige SUV antes que el sedán o el modelo familiar equivalente, o incluso un monovolumen.
Es un tipo de vehículo que no aporta nada que un vehículo "normal" no pueda hacer. Mediocres en todo, buenos en nada.
208,308,408 y 2008, 3008, 4008
Polo, Golf, Passat y T-Cross, T-Roc y Tiguan
A3, A4, A6 y Q2, Q3 y Q5.
Ha sido la gente que ha elegido pagar más por un producto que no aporta nada más que mayor facilidad para entrar y salir del coche o montar la silla del bebé.