La ovetense Nagore de Arquer, coautora del libro "Mamá, soy trans", asegura que "una psicóloga me dijo si no quería ser un chico por mi aspecto masculino". Nagore de Arquer es lo que se conoce como "desistidora" que, para quienes no estén muy metidos en este metalenguaje, es aquella persona que da marcha atrás en un proceso de cambio de sexo antes de comenzar a hormonarse. Una vez que se da ese paso el término cambia a "destransicionar". La ovetense no llegó tan lejos. Durante un tiempo de su vida, a los quince años, se consideraba trans. Llegó
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etiquetas: sexo , trans , bullying , nagore , disistidora
Un mal profesional le puede destrozar la vida.... Y ahora prácticamente no hay que consultar al profesional...
En tu opinión, ¿qué es lo "peligrosísimo" del cambio con la nueva legislación, y qué es lo que el adolescente puede hacer que destroce su vida sin consultar a un profesional?
¿Una persona trans se conforma con cambiar su sexo en el Registro? Yo sé que todas las personas trans no son iguales, pero si yo nazco con cuerpo de varón y me siento e identifico como mujer, que en mi carnet ponga Loretta en vez de Antonio no creo que me llene. Incluso vestirme, comportarme y ser tratado como mujer creo que no sería suficiente. Para mí sentirme mujer y tener un cuerpo de hombre me provocaría seguramente problemas psicológicos.
También es verdad que hay personas como Samantha Hudson -espero no meter la pata, creo que esta chica es transexual- que parecen no necesitar transicionar para sentirse bien, pero no sé hasta que punto eso es común en la comunidad.
No puede ser. Cueste lo que cueste.
Lo que sí permite es el auto diagnóstico. Donde antes debía haber fiscalización médica ahora ya no la hay. Y lo blinda hasta tal punto que el hecho de cuestionario conlleva sanciones.
Por lo tanto, si el problema era otro, no se detectará y la persona iniciará un camino del que quizás se arrepienta en el futuro, como le ha pasado a la del meneo.
Por eso es peligroso.
#5
Hay bastante desinformación sobre el tema, y estoy seguro que como hombre cisgénero también me dejo cosas, pero aprovecho tu comentario para escribir los puntos de confusión más importantes que he visto recalcados en conversaciones con personas trans:
- Psicológicamente, poder vivir normalmente con su propio género como cualquier otra persona cis con el mismo, es fundamental para cualquier persona transexual. El reconocimiento jurídico no lo es todo, pero es una parte relevante del reconocimiento social que normalmente precede al resto.
- La disforia de género es el conjunto de trastornos (depresión, ansiedad, malestar, etc) producido por el desalineamiento del las características corporales propias con las asociadas a su género. Una alta proporción de personas trans, pero no todas, padecen disforia de género antes de realizar una transición médica (un proceso individualizado que suele incluir hormonación y, en algunas ocasiones, cirugía).
- La gran mayoría de personas que inician una transición médica de jóvenes no se arrepiente y prosigue con el tratamiento durante la edad adulta. Este ha sido un punto de duda donde se han arrojado muchas cifras incorrectas en todas las direcciones durante mucho tiempo, aunque finalmente empiezan a aparecer estudios científicos que dan datos exactos: www.elindependiente.com/vida-sana/salud/2022/10/21/el-98-de-los-adoles .
- La adolescencia es una etapa donde despiertan muchos cambios físicos y psicológicos, y es cuando muchas personas trans empiezan a ser conscientes de su condición. Hay jóvenes que creen ser trans y finalmente concluyen que no lo son (a menudo se trata de personas de género fluído), y otras personas que aunque noten no lo consideran hasta más tarde. En esta etapa más que en ninguna otra, el sentir la aceptación del entorno inmediato es fundamental, el que éste no intente meterles prisa para algo de lo que no están seguros, ni frenarlos si lo están. Se debe entender que no hay ningún problema en realizar una transición social (reversible sin problemas) y esperar unos años hasta comenzar tratamientos médicos de transición.
- Aunque la transición se considera un tratamiento médico para curar la disforia, el que realmente sea efectivo para eliminar estos transtornos psicológicos de depresión etc (que muchas veces terminan en intentos de suicidio), depende mucho de la aceptación social de su identidad. Esto es algo que, al igual que la homosexualidad en su día, todavía va a llevar tiempo para ser algo generalizado.
La auto-determinación a efectos de transición jurídica, que es el cambio principal en esta ley, de hecho permite a los adolescentes que no estén seguros el poder inicial a todos los efectos una transición social, y dejar para más tarde la decisión de empezar o no un tratamiento hormonal, cuando antes éste era requerido para el cambio legal.
Incluso tras verdadeerso, que los hay ( entre 0,8 y 1,2 de la población) no tiene que ser a única opción la operación, que es irreversible y el deseo se va a la mierda en buena parte, en otros si lo desean pueden transicionar, recomiendo que sean al menos mayores de edad.
Para hacer te un impalnte dental te piden permisos paterno, no vendría mal una orientaicón médica y psicológica ahra prohibida-
Esto es de locos, incluso una consulta sin capacidad decisoria.
No hay nada de malo en el hecho de que tu género no sea el que suele asociarse a tus atributos físicos (de hecho, muchas personas transgénero ni siquiera padecen de disforia, que es el malestar psicológico provocado por esa diferencia, y que sí se considera una patología). Simplemente vives con tu género como lo haría cualquier persona cis (quitando la discriminación que normalmente sufren al respecto). Por tanto, ser transgénero no tiene ninguna razón para considerarse una enfermedad.
Por otra parte, el querer modificar el propio cuerpo para que esté más alineado con la imagen que a uno le gustaría tener (lo que en el caso de las personas transgénero suele significar acercarse a los atributos que socialmente se suelen asociar a su género) tampoco suele considerarse patológico. De hecho, es algo bastante común en toda la sociedad: tatuajes, piercings, implantes, etc.
Una persona transgénero simplemente tiene un género (la identidad informada por su cerebro) diferente a la que la sociedad tradicionalmente asigna a sus atributos corporales. Esto actualmente no se considera patología ni en España ni en la mayoría de países occidentales.
Cuando una persona transgénero sufre depresión, ansiedad o malestar a causa de que su cuerpo no se alinea con las características que la sociedad asocia con su género, entonces decimos que sufre "disforia de género", y ésto sí es considerado una patología. No todas las personas transgénero sufren de disforia, y de hecho se podría decir que quienes no la sufren realizan un mayor rechazo a la normatividad social, pues inconscientemente entienden que su cuerpo no invalida su género independientemente de las opiniones de la sociedad, y no sienten la necesidad de adaptarlo.
Por otra parte, en mi comentario anterior no pretendía implicar que el malestar provocado por la disforia de género esté al mismo nivel que el que lleva a otras personas a someterse a procesos estéticos (tengo claro que es muy superior, y por eso este tema es importante para mí aunque no pertenezca al colectivo afectado). Al contrario: iba en la línea de resaltar que el proceso de modificar el propio cuerpo no tiene por qué considerarse como algo negativo o patológico (y, de hecho, en el caso que nos ocupa es generalmente un tratamiento con un efecto muy positivo para la curación de la disforia).
Sin embargo, una persona que no está a gusto con su cuerpo, no lo va a estar aún viviendo aislada. Este individuo desea, por sí solo, que su cuerpo sea diferente.
Por todo eso es que digo que me resulta difícil de entender que cuando la causa del problema no sea el individuo sí se considere patología (disforia de género), pero cuando es el individuo el que tiene un malestar consigo mismo, entonces no lo sea. Considero más constructivo el escenario contrario, no patologizar en el individuo un problema que tiene la sociedad, y sí hacerlo cuando la causa del malestar es uno mismo.
De esta manera se consigue que los intentos de evitar el malestar que causa la disforia de género se centren en cambiar la sociedad, y los de evitar el malestar de que uno rechace su propio cuerpo se trabajen sobre el individuo. El escenario actual es el contrario: se dice que el problema de no aceptar tu género está en tu cabeza y el problema de modificar tu cuerpo lo tiene la sociedad. Así hacemos leyes que dan libertades sociales para resolver un problema que tiene el individuo, y tratamiento psicológicos a nivel individual para resolver un problema causado por la cultura social.
Creo que es más complejo que eso. Sin duda la sociedad tiene influencia sobre el problema, y si de repente mañana todo el mundo viera de forma completamente normal y sin diferencia de atractivo a una persona trans que a una cis del mismo género, veo probable que la cantidad de gente con disforia disminuyera considerablemente. Sin embargo, es difícil decir cuánto es un reflejo social y cuánto una reacción innata a atributos corporales que naturalmente son muy poco comunes en personas de su género.
Sean cuales sean las razones que lo causan, la disforia de género es al final un problema del individuo, al igual que lo es la depresión esté causada por bullying o por factores puramente personales. Así pues, la solución suele involucrar al individuo, incluso si trabajar en la sociedad es positivo para disminuir la frecuencia con la que ocurre. La disforia es y debe ser considerada una patología, porque es un trastorno psicológico propio (que puede haberse desarrollado en mayor o menor medida por influencias sociales) y una causa de padecimiento, al igual que lo es la depresión independientemente de qué haya contribuído a su aparición.
se dice que el problema de no aceptar tu género está en tu cabeza y el problema de modificar tu cuerpo lo tiene la sociedad.
No entiendo muy bien esta parte. Una persona trans generalmente acepta su género, solo que en los casos en los que existe disforia, siente rechazo hacia su propio cuerpo. El que la sociedad esté todavía atascada en las características corporales para asignar género, y parte de ella no acepte el género de las personas trans, ya se considera un problema social. El "modificar el cuerpo" no creo que se considere un problema, ni individual ni social, sino una herramienta que tienen las personas para sentirse mejor con ellas mismas.
Así hacemos leyes que dan libertades sociales para resolver un problema que tiene el individuo, y tratamiento psicológicos a nivel individual para resolver un problema causado por la cultura social.
La ley actual proporciona al individuo la libertad de cambiar su género jurídico, lo cuál tiene un efecto psicológico muy positivo en las personas trans, no veo donde está el problema. En cuanto a los tratamientos psicológicos para tratar la disforia, me parecen también muy necesarios, pues ésta se manifiesta en forma de depresión, ansiedad, pensamientos auto-destructivos, y otros transtornos que se benefician de la ayuda profesional.