Un hombre redime una condena judicial pintando un mural de 350 m2 en la parroquia de Meliana (Valencia)

El artista, Ricardo Civetta, tiene 50 años, es pintor-decorador profesional y colabora como voluntario de Cáritas en el reparto de comida y en el ropero aunque nació en Buenos Aires. Ha tardado dos años en realizar el mural. Con esta iniciativa, la parroquia de los Santos Juanes se suma a otras que acogen a personas que han sido condenadas judicialmente para realizar trabajos sociales en beneficio de la comunidad.

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Podría haber pintado algo inspirador.

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Eso no es un trabajo social, es una extorsión a un preso para que una secta se aproveche de sus habilidades por la jeta.

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Mural para que los católicos se pajeen en plena calle.... verás tu.

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¿Y no podía haber dado unas clasecitas de dibujo y pintura a los colegas de la cárcel?

[#5 Observer]

#2 Totalmente correcto, eso no es trabajo comunitario, es trabajar gratis para una empresa privada con animo de lucro.