De la nada a las alcaldías y parlamentos en solo cuatro años. Para ir despacio es todo un récord de velocidad. Pretenden ignorar, quizás convencer, que fue “el partido de derecha radical y corrupta” (y el de socialdemocracia diluida) quien nos trajo hasta aquí. La derecha radical y corrupta es el inicio, el deseo de cambio la consecuencia y no al revés.
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