La intención del Ayuntamiento de aplicar tasas a bienes de las Iglesias, que gozan de una exención fiscal desde el imperio otomano, provocó el cierre del Santo Sepulcro. “Israel tenía que hacer algo y rápido. Esto era como cerrar el grifo del petróleo. Si los peregrinos no pueden visitar el Santo Sepulcro, ¿quién va a venir a este país? Se van a quedar sin sus cuatro millones de turistas anuales”, señala Wajih Nuseibeh palestino musulmán, encargado de abrir y cerrar la puerta del templo desde hace más de 40 años.
|
etiquetas: israel , cristianismo , jerusalem , tierra santa , impuestos municipales 
