Entre los extranjeros liberados se encontraban familias con menores, un bebé de pocos meses y una mujer embarazada. Los trasteros, de una superficie de unos nueve metros cuadrados y sin ninguna ventilación, eran empleados como viviendas compartidas por tres o cuatro personas que pagaban de alquiler unos 250 euros al mes sin ningún tipo de contrato.
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etiquetas: inmigrantes , trasteros , hacinación
Me viene a la cabeza temas como mendicidad organizada, talleres clandestinos de ropa.
Otra cosa es que una vez aquí los amenacen y extorsionen para sacarles más dinero.
La verdad es que se echa en falta saber que han hecho con las criaturas porque capaces son de dejarlos en la calle, la noticia no está completa.