Actualidad y sociedad
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¿Libertad para odiar?

Estrasburgo es mucho más restrictivo a la hora de valorar la libertad de expresión de la clase política que de los propios ciudadanos, por la sencilla razón del deber de cuidado que se les exige a quienes ostenten cargos de representación ciudadana, amén de considerar que la creación artística ostenta una posición distinta que la del mitin político. No es lo mismo incitar a la quema del palacio de la Zarzuela desde las Cortes o un encuentro público por parte de un representante político, que desde un libro o una canción. Ni a Pablo Hasél (...)

| etiquetas: odio , libertad de expresión

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