Antes de la elección del presidente Trump, no todos estaban familiarizados con su club Mar-a-Lago. La cuota de miembro cuesta más que una casa normal, y en Florida hay caimanes, ¿por qué molestarse? Esta era la actitud antes de que el presidente decidiese hacer viajecitos allí cada vez que necesita una escapadita de fin de semana. No es raro que un presidente se retire un poco a Camp David, por ejemplo, pero Camp David está en medio de la nada, y Mar-a-Lago está en un área con seis millones de habitantes. Hablamos con algunas personas de allí.
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