Un niño brasileño de 2 años que padecía atrofia muscular, murió este pasado jueves meses después de que su padre se gastara 135.000 euros destinados a tratar su enfermedad rara en hoteles de lujo, prostitutas, drogas y alcohol. Diagnosticado cuando tenía 7 meses, sus padres recurrieron a las redes sociales para recibir ayuda con el costoso tratamiento. Cada una de las dosis para que la enfermedad no avanzara cuesta más de 80.000 euros y necesitaba al menos 6. El llamamiento de los familiares en las redes tuvo una gran respuesta: 230.000 euros.
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