En el espacio institucional, monopolizado por una fundación ‘para los gitanos’, los movimientos y asociaciones gitanas somos contempladas como satélites o rivales, subordinadas o vetadas y boicoteadas con celo. Para ello no se dudará en robar ideas e iniciativas de las propias asociaciones gitanos. Un reciente ejemplo: la burda estrategia de contraprogramar el I Congreso Internacional de Feminismo Romaní.
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etiquetas: antigitanismo , feminismo gitano
Los gitanos son unos privilegiados, los pelirrojos aún no tenemos una anti-o-ene-ge-ismo para nosotr@ sol@s.
La que está anti-o-ene-ge-yendo Carmena
Así me gusta, fomentando la igualdad.