Conozco a trabajadores del sector público que me cuentan que cobran, pero apenas trabajan, a la espera de investiduras y nombramientos. Aguardan al nuevo ministro o a la nueva consejera autonómica. Son empleados que tienen su puesto, pero su administración en funciones les tiene a medio gas. O sin hacer nada, me dicen otros. Me pregunto cuánto nos cuesta esta inoperancia a todos por la falta de acuerdos políticos.
|
etiquetas: ojo al parche , investidura , política
El problema es que hay mucho enchufado que busca la mínima para no hacer nada.
Y su sueldo va a estar en un 50% más que un trabajador privado que hace lo mismo (el doble de lo mismo, cuantificando).
A mí, como autonómo, lo que me jode de verdad es que se refieran a su trabajo como "mi plaza" y se crean que es para toda la vida. La fiesta de los inútiles ha de acabar: hace falta una ley que diga que el trabajo del funcionario dura 10 años. Luego a buscarse la vida como los demás.