Un exmarine encabezaba al grupo de militares que quería detener al presidente de Venezuela. Un asesor de Juan Guaidó reconoce que hubo un preacuerdo y en EEUU se piden explicaciones.
Estas incluían un destartalado y malnutrido ejército de exsoldados venezolanos (entre 150 y 300, según distintas versiones) que habían desertado y huido a Colombia. Estaban organizados por el exgeneral chavista Clíver Alcalá (que también desertó de Maduro y ahora está encarcelado en EEUU e imputado por narcotráfico). Debían ser equipados y entrenados por Goudreau, pero entrenaban con palos de escoba y dependían de las donaciones de otros exiliados, no tenían agua potable ni comida suficiente e, incluso, tuvieron que deshacerse de los famélicos cinco pastores belgas que tenían para detectar explosivos.
Contratan a la TIA y claro, se montan golpes de estado de Mortadelo y Filemón.
¿Qué será lo próximo? ¿Un zapato explosivo? ¿Una paloma mensajera cargada con un petardo? Sigan al Presidente Encargado del Bochorno para más diversión y aventuras.
Es todo un poco denigrante...
Nadie que vive del cuento es generoso.
¿Qué será lo próximo? ¿Un zapato explosivo? ¿Una paloma mensajera cargada con un petardo? Sigan al Presidente Encargado del Bochorno para más diversión y aventuras.
Ya, ya. Pero me refería a los que pululan por Miami.