Dice el refrán que “mal de muchos, consuelo de tontos”, o sea que, si tú haces el imbécil, te quedas como imbécil, aunque tengas otros iguales alrededor. Pero hay otro refrán que dice: “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”. Traducido, no conviene ignorar las señales de alarma cuando en algún escenario parecido al tuyo las cosas se ponen feas. Y si tanto nos gusta mirar a Italia, ayer ya nos enseñaron el camino. El pleno del parlamento, coincidiendo con la visita de un grupo de escolares, acabó a hostia limpia.
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