El País ha vivido su particular década ominosa, jalonada de sucesos, algunos de ellos con nombres y apellidos, que abochornan a su propia plantilla y que se entreveran con los gravísimos problemas económicos del conglomerado mediático. Esa mezcla de las dificultades económicas y los casos de censura han debilitado la imagen del periódico de Prisa y le han restado credibilidad. Y pueden resumirse en una serie de hitos acontecidos en los últimos diez años.
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etiquetas: el país , cebrián , censura , declive , libertad de prensa , aede , prisa
El artículo es bastante bueno, peleas de egos aparte.
Al señor Hermann Tertsch se le despidió por ser un maleducado y un auténtico retrasado mental. Ese energúmeno tiene de periodista lo mismo que yo de monja de la caridad.
Por favor, compararlo con cualquier otro periodista me parece un insulto a esa profesión.
Sobre El Pais, hace tiempo que no me interesa, que ha perdido mi credibilidad y parece que cada vez hay menos motivos para tenerlo como lo que es, un periódico y dejarlo como panfleto, como otros tantos periódicos que dicen ser referencia.
censurabasura. Hitos de un decliveEl artículo es bastante bueno, peleas de egos aparte.
Además, muchas veces hacen artículos con gráficos muy buenos, o también hacen promedios de encuestas muy bien hechas.
Creo que Pedro J. sólo quería sentirse útil de nuevo y que le dejasen escribir en una editorial.
Y comparando lo que fue el Mundo con él y lo que está siendo ahora... igual nos pasa como con ZP y Rajoy, que miras atrás y te parece que lo de los peones negros era algo bueno, en comparación con la mierda actual.
Pero claro con la memoria de pez que tienen muchos es normal que nos tome por idiotas una y otra vez y siga tratando de colarnos las mentiras que prepara para los señores que le llenan la barriga.
PD: Porque ya ha vendido algún periódico, no?
Veo que ahora pasas a los ataques personales sobre la vida privada de la gente, que nivel, maribel.
Si tan mal te parece, ¿por qué no votas spam al artículo? ¿Te pagan por no hacerlo?
PedroJCalvorota es provablemente de lo que más odio en el panorama periodístico español. Pero si publican información, se lee, y si parece veraz, se aplaude.
- Tienes razón... Ara yastá hecho...unas centollitas de aperitivo que ya es época?
-Vale, pero vamos a un sitio que no esté lleno de pobres, que huelen raro.
Cuando, entre otras cosas, un tío se ha pasado años haciendo dinero a base de mentir a todo el país con el peor atentado terrorista que hemos sufrido y luego el muy hijo de puta tiene la cara de decir, con una sonrisa, "nosotros nunca dijimos que fuera ETA, decíamos que el Gobierno hacía todo lo posible por no investigar las pistas que pudieran conducir a ETA", lo mínimo que espero es que los propios consumidores de información le demos las espalda, por haber demostrado ser gentuza.
En cuanto a los profesionales que aceptan trabajar con él, en fin; cada uno tiene la situación personal y laboral que tiene, pero relacionarte laboralmente con este intoxicador profesional, que un día aboga por el terrorismo de estado y al siguiente destapa información sobre los GAL, desde luego no dice mucho de ti como profesional.
Porque además, una cosa es equivocarse en un artículo. Y la otra es montar una campaña de años con artículos falsos. Y eso es lo que hizo Pedro J.
Respecto el artículo, El País era un periódico buenísimo. Con primicias, tono sosegado, reportajes en profundidad sobre temas candentes... Y ahora es evidente que tenemos un periódico de mierda que avergüenza a cualquiera.
Además, me suena que Pedro J. pidió disculpas, otra cosa es si es bastante o no y lo ahorcamos en la plaza del pueblo.
La sección de ciencia del ABC también me suele gustar, voy a perdérmela por su línea editorial? No.
Peleas de patio de colegio.
Familia Polanco. 19,5%
Ghanim Al Hodaifi Al Kuwari, empresario de Catar. 10%
HSBC. 9,6%
Roberto Alcántara, presidente del Grupo IAMSA. 9,3%
Caixabank. 9%
Banco Santander. 4,6%
Telefónica. 4,5%
Fondos de capital riesgo, el resto
A partir de ahora y a tu salud voy a menear todas las noticias de El Espaňol. Afortunadamente, la gente de tu calaňa, la mayoría superando los 50 aňos de edad, poco os queda ya en este mundo.