La playa tailandesa de Maya Bay es un claro ejemplo de cómo un enclave puede morir de éxito. Este pequeño rincón de la isla de Phi Phi no tardó en saltar a la fama cuando se rodó aquí la conocida película La Playa de Leonardo Dicaprio. La bahía pronto comenzó a estar abarrotada de turistas, convirtiéndose incluso en un lugar desagradable. Y lo peor de todo: perdió parte de sus arrecifes de coral y de su fauna.
|
etiquetas: turismo , sostenibilidad , medio ambiente