Polvo, escombros y tractores. Es la estampa que se encuentran cada mañana los estudiantes del IES Carlos María Rodríguez de Valcárcel, en el barrio de Moratalaz. Las reformas del centro, iniciadas tras un tirón de orejas de la inspección técnica de edificios, parecen no tener fin. Empezaron en septiembre, justo al inicio del curso escolar, pero aún hoy muchos espacios, como la cafetería, los despachos o algunas aulas, siguen cerrados al uso.
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