La nueva edición de los Premios César, organizados por la Academia de Cine de Francia, llega con una buena dosis de polémica antes de su celebración. Se están organizando numerosas protestas, en las que están involucradas numerosas asociaciones feministas, para mostrar su rechazo ante un posible éxito de Roman Polanski en la ceremonia. El Oficial y el Espía, el último drama del director franco-polaco, llega a los premios tras un buen recorrido en festivales de cine como el de Venecia, donde ganó el Gran Premio del Jurado.
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Resulta descorazonador que la gente se movilice para tumbar una película porque no su director les genere asco moral. Recuerda a épocas pretéritas de fundamentalismos diversos.
Pero evitar que gane premios este film no es hacer justicia de ningún tipo. Es una venganza personal de carácter linchador. Por eso en Occidente el único legitimado para el escarnio es el juez.
Por otro lado, también tienes a gente como Woody Allen (que salió absuelto de todo) al que igualmente se le boicotea. Esto no va de hacer justicia. Va de joder en todo lo posible, en base a una cuestión moral.
Nos guste o no, respetar la justicia es no incurrir en venganzas y entender los límites de la acción punitiva.
El camino del odio a la persona y no al delito es un camino oscuro y que potencialmente no tiene límites. A mí la moral de Polanski me la suda y hasta me puede parecer despreciable, pero si la película es buena se merece los premios.
Llegó a un trato con la acusación que le hizo un acuerdo tipo Jeffrey Epstein (O sea quédate en tu casa niño rico que la cárcel es para negros), luego cuando pasó por el juez este no vio tan claro ese acuerdo "tan duro" y el director salio corriendo.
crisalidaunaesperanzaperenne.blogspot.com/2012/04/monstruos-reales-12-
¿los boicoteamos a todos?
Es probable que gane por el tema... a ver la que se lia.
(*) Quien haya decidido traducir "J'Accuse..." por "El oficial y el espía" merece ser degollado lentamente con una cuchara de madera mientras le depilan los huevos con un soplete.