Además de los cinco millones que Jordi Pujol aparcó en la Fundació Catalana cuando dejó la vicepresidencia de la entidad, también recibió dinero tras la intervención. Marta Ferrusola abrió la cuenta a su nombre y al de sus siete hijos, a millón por cabeza; con el tiempo Jordi, Josep y Oriol Pujol Ferrusola sacaron sus fondos y se dieron de baja.
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