Rajoy está muy preocupado. Sus temores se confirmaron en las elecciones catalanas donde el PP no sólo se convirtió en fuerza residual sino que perdió estrepitosamente su posición natural como oposición al independentismo. Rajoy necesita a las televisiones, que favorecen a C's, porque el control de la prensa no basta. Los millones de votos los dan millones de telespectadores, no miles de lectores de diarios. Las TVs están dispuestas a negociar y bajar de inmediato el tono contra el PP, pero quieren hechos concretos en TDT, RTVE y marco legal.
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