Los familiares advierten de que ya avisaron de que traer trabajadores de la misma empresa de otras zonas de la Península no solucionaría nada a largo plazo. La residencia Colisée vuelve a estar bajo mínimos después de la polémica que surgió el pasado mes de febrero por las quejas de los familiares de residentes por la atención que se prestaba a los pacientes en este centro privado con plazas concertadas por la Conselleria balear de Bienestar Social. «Hoy por hoy, la residencia se sigue resintiendo por la falta de personal».
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