En los últimos días, se han multiplicado las noticias de prensa sobre Falange, a raíz de informaciones difundidas por el medio de izquierda La Marea. Incluso se ha convertido en personaje mediático a Isabel Peralta, joven de 18 años que pronunció un discurso en el homenaje a la División Azul en el cementerio madrileño de La Almudena. “Me enamoré del fascismo a los trece años”, es la frase que más ha circulado, además de su acusación “el judío es culpable. El enemigo siempre es el mismo”.
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El que ha escrito esto no parece tener mucha idea del origen del fascismo. Y la choni de azul, tampoco
Respecto al fascismo "moderno" de Falange o de Mussolini, se habla a menudo de una tercera vía entre los postulados tradicionalmente asociados a izquierdas y derechas: una economía fuertemente reglada por el estado (a la manera socialista, más o menos) pero a la vez una visión social muy jerárquica y conservadora como la de los partidos de derechas. Es decir, asumen, como los partidos de derechas, que hay gente "especial" que debe tener ciertos privilegios y en cuyas cabezas debe reposar el mando. No se trata en ningún caso de mitigar diferencias sociales como pretende cualquier fuerza de izquierdas moderna, pero si se contemplan mejoras para los escalones más bajos como si fuera una suerte de despotismo ilustrado. Esto da lugar a peculiaridades como los sindicatos verticales, por ejemplo. Pero en principio y salvando esa estratificación social, no hay racismo ni odio religioso. Aunque los puestos de mando se reservan para "los nuestros".
Luego vino la versión alemana del fascismo, que es la que casi todo el mundo conoce y la que motiva que el fascismo se considere hoy día "extrema derecha". Los "buenos" son los de cierta raza y/o cultura, y todos los demás son "malos". Aquí ya no hablamos de que manden los "buenos", sino de pisotear a los "malos". También hay que considerar que Hitler hizo importantes concesiones a la élite económica alemana para conseguir su apoyo, lo que derivó en el abandono de la pretensión del control estatal sobre la economía. Hasta el punto de que los "fascistas auténticos" alemanes fueron barridos del partido nazi en la llamada "noche de los cuchillos largos". Curiosamente muchos libros de historia siguen refiriéndose a esos fascistas como "el ala izquierda del partido nazi".
Espero haberlo explicado más o menos bien
Pero, si el fascismo está en contra del liberalismo económico y la entidad universalmente conocida como derecha está en pos de este, ¿cómo se soluciona esta paradoja? También, con lo que respecta a jerarquías sociales (en lo que incluyo la raza), también se da en otro tipo de gobiernos e ideologías. Deduzco que no hace falta mucho esfuerzo o estructura gubernamental para que el humano rechace y culpe sin razonar, porque es más cómodo.
No quiero yo tampoco pecar de atrevido, porque como he dicho soy bastante ignorante, pero ¿podría ser que la gente está mezclando fascismo y derecha en una especie de, digamos, romanticismo sádico?
Esto no es cierto. Esta idea está muy arraigada en España por la historia que hemos tenido (y por que el PP se autoproclama como tal cuando no lo es), pero la derecha historica nunca ha sido liberal.
Al final, yo creo que mucho mas util que pensar en izquierda-derecha clasicas es pensar en repartición de la riqueza si o no.
Intuyo, por lo tanto, que no es todo tan blanco y negro como se me pinta muchas veces.
No es nada oficial, pero creo que ayuda a entender mejor la politica. Por ejemplo lo que debatiais: el fascismo. Quizas nació con ideas de la izquierda clasica, pero no pretendia repartir la riqueza ni el poder entre la gente, así que para mi no tienen nada de izquierda
La división clásica izquierda-derecha viene también de Francia. Resumiendo mucho, la derecha se asocia a la idea de autocracia: tengo que mandar yo porque soy especial. Soy de la religión adecuada, o de la raza adecuada, o tengo el apellido adecuado (recuerda que esto viene de la monarquía). Los que se enfrentaban a esos autócratas y por tanto se situaban a la izquierda, defendían a su vez que todas las personas eran creadas iguales y debían tener los mismos derechos y obligaciones, sin importar si eran hijos del rey o de un humilde zapatero. De ahí viene también la idea de que todos participen de alguna manera en la toma de decisiones del estado, aunque fuera solamente votando.
Obviamente ellos mismos podían a su vez tener ciertos sesgos que por entonces no se consideraban problemáticos: el racismo o el machismo eran comunes por ejemplo. Aún hoy te encuentras con cierta gente que se dice de izquierdas y que tiene prejuicios de toda clase. Pero en general, la idea de igualar derechos es considerada de izquierdas, mientras la idea de separar o discriminar por el motivo que sea se marca como de derechas. Que, repito, no siempre es el motivo de fondo, pero suele serlo lejanamente.