En la mañana del 26 de agosto, la comisaría de Colmar recibió una llamada de un centro de formación para adultos. Se dice que uno de sus estudiantes se jactó de haber fabricado varios artefactos explosivos que planeaba usar contra edificios públicos. Luego, la policía se dirigió a media tarde a la casa de los padres del joven en Rouffach donde descubrieron los artefactos explosivos, reveló Le Canard Enchaîné en su edición del miércoles.
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