La sentencia a La Manada me parece indigerible, ya lo dije aquí, pero ver a los políticos del legislativo y el ejecutivo criticando a unos jueces directamente me pone las tripas del revés. La reacción del ministro Catalá ante la sentencia bastaría para exigir su dimisión, pero la misma oposición que está pidiendo su cabeza se ha dedicado, en redes sociales y medios de comunicación, a pisotear un terreno que no les corresponde. Los políticos del Congreso están para legislar, no para interpretar sentencias.