Ante la constatación de que la enseñanza del inglés no funciona, alguien creyó interesante imponer un modelo que no tiene ni pies ni cabeza pero que se postula como un salto cualitativo que solucionará los problemas que genera la lengua de Shakespeare. El “modelo bilingüe”, es un experimento del profesor Bacterio que encanta a madres y padres pero que, sin duda, ha de inquietar a muchos buenos profesores. Se trata ante todo de una estafa al conocimiento de la materia en cuestión y a la educación básica del alumno.