Un paseo desde el centro de Valencia hasta las playas que hay junto a su puerto es un trayecto plano lleno de verde y barrios rehabilitados, pero también es cruzarse con algunas pegatinas furtivas y pancartas balconeras que claman por una misma causa: una regulación más restrictiva con los apartamentos turísticos de la capital valenciana. Una empresa con la que su ayuntamiento ya se ha puesto manos a la obra. Esta batalla no se entiende sin la irrupción de Airbnb, quien ha revolucionado el turismo en los últimos años, y también muchas vidas.
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Un 30% de su sueldo dedicaba mi padre a la hipoteca, la luz, el agua, el teléfono y la comida, hoy yo dedico un 70% de mi sueldo a esos bienes básicos.
Eso si, no me puedo quejar, que puedo cambiar mi móvil cada 2 años...
Lo anunciaban por la radio.
¿Por otro lado, te has planteado que quizá que tu vayas a Malaga tambien contribuye a que suban los pisos?
Que yo entiendo que una persona como individuo no es capaz de preveer los cambios macroeconómicos de una inocente transacción, pero es que para eso están los estados, y es hora de tomar medidas para proteger a los vecinos frente al lucro descontrolado.
Y eso lo pagan las personas que viven allí.
Y además te ahorras el dineral de hacer viviendas sociales habiendo pisos vacíos.