Jaume Matas es ejemplo perfecto de la típica democracia que es tierra de oportunidades, sueño americano españolizado, para unos cuantos. Y cuando las cosas se ponen feas por los excesos de esos cuántos, una engrasada máquina de favores que minimiza las consecuencias de los excesos. El resto miramos inmóviles, atónitos como vacas que ven pasar el tren de alta velocidad ante nosotros. El típico tren desde el que se escucha la música a todo volumen, porque hay fiesta a bordo.
|
etiquetas: matas , indulto , pp , malversacion