Quería trabajar en el Chicago Tribune y este es el puesto que tenían, cubrir eventos violentos que pasaran en la ciudad después de anochecer. Tenía 25 años. [...] Todavía me siento agotado de trabajar cubriendo violencia sin fin. Agotado de ir de tiroteo en tiroteo. Agotado de soportar entumecido el silencio de la noche hasta que un chute de adrenalina me despierta para ponerme en modo persecución. Agotado de intentar convencer a mi mujer de que el trabajo no me ha cambiado, o que el cambio no ha sido tan malo.
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