El autor del artículo disecciona con rigor no exento de humor que con la Lotería "estamos ante un bonito ejemplo estatal de información tendenciosa y publicidad engañosa"
Pues yo estoy encantado con la Lotería de Navidad y otros sorteos públicos. Si podemos conseguir que sean los tontos quienes paguen impuestos, ¿por qué no hacerlo?