Trabalenguas en Menéame y mi lengua de brazos cruzados

Se avisa que el avisador ha avisado que avisará cuando avise el último aviso para avisar cuando el avisador dará su último aviso antes de avisar que el avisador dejará de avisar.

Camarón caramelo, Camarón caramelo, camarón caramelo.

Me han dicho que he dicho un dicho y ese dicho no lo he dicho yo. Porque si lo hubiera dicho, estaría muy bien dicho por haberlo dicho yo.

Camarón caramelo, Camarón caramelo, camarón caramelo.

Cuando cuentes cuentos, cuenta cuántos cuentos cuentas, porque si no cuentas cuántos cuentos cuentas, nunca sabrás cuántos cuentos cuentas tú.

Camarón caramelo, Camarón caramelo, camarón caramelo.

Como dice el viejo dicho y ese dicho yo lo he dicho, que diciendo lo del dicho que me han dicho, dicho ha sido el dicho aquel que dice: Del dicho al hecho hay mucho trecho.

Camarón caramelo, Camarón caramelo, camarón caramelo.

¿Cómo quieres que te quiera si el que quiero no me quiere como quiero que me quiera?

Camarón caramelo, Camarón caramelo, camarón caramelo.

¿Por qué a la cama se le llama cama y a la cómoda cómoda, siendo la cómoda menos cómoda que la cama y la cama más cómoda que la cómoda?

Camarón caramelo, Camarón caramelo, camarón caramelo.

Hubo un corsario rudo, tozudo, caretiorejudo, pancibarrigudo, frenticabezudo, barbipelanbrudo que hacía tempestades soplando un embudo. Y tenía un amigo mudo, huesudo, cuellicogotudo, ojituertiagudo, pernetipeludo, luerguipatilludo que hundía los barcos con sus estornudos.

Amigo mío, compra buena capa parda, que el el que buena capa parda compra, buena capa parda paga.

Camarón caramelo, Camarón caramelo, camarón caramelo.

Responder a las preguntas, sin conocer la respuesta, arriesgado te resulta y podrás perder la apuesta.

Apuesta por la postura más atinada y contesta: «Sólo sé que no sé nada».