El inspector Asensio y el caso del secuestro del perro salchicha bicéfalo

El dueño del perro salchicha bicéfalo llamo al inspector Asensio al ver que su firulais había desaparecido. Cuando el inspector llego a casa del dueño le hizo las preguntas protocolarias que expone el manual policial: “¿Qué decir ante el secuestro de un perro salchicha bicéfalo?”, pero saltándose la parte de los saludos victorianos que no procedía en esta ocasión de tono informal.

    —¿Cómo se llama el perro?—preguntó el inspector Asensio—.

    —No tiene el móvil operativo, ya he intentado contactar con él.—dijo llorando el dueño—.

    El inspector examinó la casa y encontró numerosas evidencias de que el perro ya no estaba en viviendo con su dueño. El frigorífico estaba vacío, no tenía ni una col de Bruselas, ni ningún pimiento de Padrón, la comida favorita de los perros salchicha bicéfalos. Únicamente había un yogur de sabor a pared recién pintada de color azul cielo. En la entrada de la caseta del perro no se veía ningún felpudo que dijese “Guau menuda caseta” ni un cartelito con “Gatos fuera”. Claramente, el secuestrador se llevó todo lo que estuviese relacionado mínimamente con el perro cómo la mesa de mezclas Behringer 302-USB Xenix de 5 canales y sus gorros de dormir.

Al rato de inspeccionar la casa, el agente Asensio vio una nota en el suelo con pinta de dar información relevante para el caso que decía “Cómprame más alimentos con nombres de ciudades”. Al ver que Asensio encontraba la nota, el dueño no pudo contenerse más y empezó a cantar el Johnny B. Goode de Chuck Berry con un claro acento finlandés, mientras se escribía con un bolígrafo de color naranja en la frente “1+1=7” y bailaba a la pata coja en círculos concéntricos.

Al examinar la nota, el inspector Asensio se percató de que estaba escrita con caligrafía mesopotámica del primer milenio y el tipo de papel era muy especial. Solo se puede comprar en el bazar chino del barrio uzbeko. Lo vende el señor Onich y tienes que resolver un acertijo babilónico para poder comprarlo, además exclusivamente acepta galletas Tostarica del año 1976 cómo forma de pago.

—Con los datos obtenidos en la búsqueda de pistas en su casa y con las respuestas al exhaustivo interrogatorio que le he hecho ya había deducido donde está secuestrado su perro salchicha bicéfalo. Ahora vive en el piso de enfrente, en el 2º B, no está secuestrado, se ha mudado para tener su propio piso de soltero.

¿Cómo descubrió el inspector Asensio donde estaba el perro salchicha bicéfalo?

Antes de entrar a la casa para investigar el supuesto secuestro, había coincidido con el perro salchicha bicéfalo en el ascensor y se había producido un silencio incómodo, únicamente interrumpido por un jazz estridente de la música del ascensor. Al bajarse en la misma planta vio cómo el chucho entraba al 2º B mientras se comía una col de Bruselas con su boca derecha y un pimiento de Padrón con la izquierda.

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