El maltrato durante la infancia incrementaría la susceptibilidad al estrés en otras etapas de la vida. Los mecanismos que subyacerían a esta vulnerabilidad serían el aumento de la respuesta en la amígdala y una disminución del hipocampo. En consecuencia, el tipo de estrés vivido a lo largo de la etapa adulta podría definir el tipo de trastorno mental que podría desarrollarse. Por ejemplo, los eventos agudos y traumatizantes podrían resultar en TEPT, mientras que el estrés crónico podría desembocar en depresión.
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etiquetas: acoso escolar , cerebro , maltrato infantil , neurociencia , psiquiatría
Cuando la izquierda pide acabar con la concertada, pierde todos esos miles de votos...
No sé, yo también puedo hablar de casos de gente que ha estudiado en centro público (en barrios cuasimarginales) y que prefieren llevar a sus hijos a centros concertados...
Cada uno cuenta la historia como la ha vivido. En tu caso has sufrido billing en colegio concertado. Yo tengo amigos que por su situación económica tienen que vivir en barrios degradados y que llevan a sus hijos a la concertada.
Y es lo que he dado a entender en mi comentario, ni hablo de que no haya bullying en los concertados, ni de que no haya clasismo, ni en el tipo de educación de un tipo de colegio y otro.
Sólo he hablado que la gente que vive en barrios problemáticos prefiere llevar a sus hijos a los concertados y eso afecta a la izquierda políticamente.
menea.me/26ii6
Seguro que es un colegio público de esos que decías antes
Toma, pero no te preocupes. Que este caso no sale en las estadísticas.
Inspección Educativa concluyó que no hay evidencias o situaciones concluyentes de que Andrés sufriera acoso escolar
www.eldiario.es/euskadi/euskadi/escolar-colegios-concertados-registrad
Inspección Educativa no se moja ni cuando se suicida un chaval. Para mojarse cuando haya una denuncia...
Relacionada:
www.meneame.net/story/aumentan-burgos-bandas-juveniles-perfil-muy-viol
Tras lo más duro de la pandemia la Policía Local comenzó a detectar en la capital el resurgir de bandas juveniles de perfil violento que amedrentan a menores de su edad -de entre 14 y 17 años-, les roban y les pegan casi con total impunidad, pues muy pocos de ellos se atreven a denunciar por temor a represalias.
Esta es la realidad. Chavales asustados
Y no era el único de esas características en sufrirlo.