El Universo está lleno de agujeros negros. Oscuros objetos de inmenso poder gravitatorio que se tragan, literalmente, todo lo que se pone a su alcance sin que nada, ni materia ni energía, pueda volver a salir al exterior. Hasta ahora, los científicos los han descubierto de varios tipos y tamaños. Los de «masa estelar», por ejemplo, surgidos tras el colapso gravitatorio de estrellas muy masivas, son los más pequeños y suelen tener masas equivalentes a decenas de veces la del Sol.