El Banco Mundial de Semillas de Svalbard podría ser confundido con un escenario de una película futurista de Stanley Kubrick. También llamada la "Bóveda del fin del mundo", la instalación está diseñada como salvaguardia contra la extinción de esas plantas, muchas de ellas esenciales para la alimentación.
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Creedme... Es una pena.
McCarthy también cita las fresas de Louisiana –Klonkykes y Tangis– "dulces y deliciosas y muy codiciadas", que fueron apartadas de la producción hace varias décadas porque no soportaban bien el viaje y eran demasiado pequeñas.
"Ahora podemos conseguir fresas durante todo el año con un aspecto precioso y que no saben a nada", dice.
La generación mayor nota la diferencia.
"Dicen cosas como 'recuerdo que disfrutaba más la vida porque las fresas sabían a fresas. Solamente podía comérmelas durante un periodo específico del año, pero valía la pena esperar'", explica McCarthy.
Y también, relacionado con cuando dice:
Tendemos a pensar que un tomate es un tomate, una zanahoria es una zanahoria, pero a lo largo de los años los granjeros han introducido nuevas réplicas genéticas de cosechas y de ganado.
El trigo utilizado hoy para hacer pan, por ejemplo, es diferente al trigo que se utilizaba hace 20 años en la misma receta.
Además, igual que los perros, puede haber muchas razas diferentes o de variedades en el caso de los cultivos de una sola especie.
Pero la producción masiva en la agricultura ha provocado la homogeneización de ciertos alimentos.